El poema nos habla de ese desprendimiento, de esa generosidad por parte de las mujeres que desde el patriarcado ha impregnado artificialmente su feminidad y que ha hecho que durante muchas generaciones las mujeres se olvidasen de sí mismas a cuenta de ocuparse y de cuidar a los demás. Y eso fue lo que quedó reflejado en los diálogos que siguieron a su lectura. Mujeres, la mayoría mayores que, sin entrar en victimismos, se vieron reflejadas en las palabras de la poeta.
"Hay algo heroico en quien hoy luce con orgullo las canas, las arrugas, los achaques, las varices, los signos y los surcos de la vida: saben que el peso de las horas vale oro."
Finalmente trabajamos con tres citas de textos escritos por distintas mujeres comprometidas con la lucha por la consecución de la igualdad, la libertad y la fraternidad entre las distintas orientaciones e identidades sexsuales.
- Mujer y revolución: En todos los esfuerzos revolucionarios las mujeres se hicieron más cargo del espacio público que los hombres del espacio privado. Las mujeres se apropiaron con más entusiasmo de sus deberes con la sociedad que con sus derechos plenos y así el terreno que quedó más intocado fue el de lo privado. La lucha por la justicia y por la dignidad que vanguardizaron los hombres apenas penetró por la puertas de los hogares, donde siguió reinando la violencia machista y el abuso sexual, que es siempre abuso de poder. Mientras en las calles y en las montañas los revolucionarios combatían las dictaduras, en sus casas imperaba el patriarcado. Estamos en deuda con millones de mujeres marginadas por el machismo de nuestros revolucionarios. María López Gil, Autocrítica.
- Mujer y transformación social: Somos cada vez más mujeres las que estamos convencidas de que el bien-vivir no se consigue desde la lógica del individualismo, la competitividad y la acumulación, porque no es la mano invisible del mercado la que sostiene la vida cotidiana, sino que son los trabajos invisibles, los cuidados, los que arreglan sus desajustes y los que se preocupan por la calidad de vida de las personas. Por eso somos cada vez más las que queremos subvertir la economía, es decir, darle la vuelta y que lo que está en la base del iceberg sea visibilizado, desplazar del centro a los mercados y poner en su lugar a las personas y la sostenibilidad de la vida. Porque, como dice una compañera centroamericana: “quien cuida conoce la vida en profundidad”. Pepa Torres, Decir haciendo.
- Mujer y religión:
- María ―dice la teóloga Elizabeth Schüssler Fiorenza― la humilde sierva del Señor, abnegada, pura, madre paciente llena de aflicción, se predica a las mujeres como el modelo que debe ser imitado, pero que nunca puede ser alcanzado totalmente. Por otra parte, María, la hermosa virgen y la madre misericordiosa, es también una expresión de ese deseo masculino del “eterno femenino” proyectado en los cielos.
- El dios del judaísmo, Yahvéh, a diferencia de otros dioses de la antigüedad, es un dios super-masculino, solitariamente masculino: no tiene ni madre ni esposa. Es un dios padre ancestral, tribal, guerrero y celoso. En esa cultura y en esa religión, los hombres son superiores a las mujeres y crecen creyéndolo así. Los judíos piadosos rezaban y rezan hasta el día de hoy una oración en la que dan gracias a Dios por haber nacido judíos y no paganos y por haber nacido hombres y no mujeres. Se sienten elegidos como pueblo y también como género. María López Vigil, Otro Dios es posible.