Y vayamos, que ya era hora, con la poesía. Empezaré con un poema de Ángel González, uno de mis poetas favoritos.
Este poema, además de compartirlo en diferentes tertulias, lo utilizo en los cursos de formación para analizar desde la poesía la trascendencia que tienen en el mundo educativo las expectativas que tenemos y creamos hacia otra u otras personas.
MUERTE EN EL OLVIDO
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita...
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